Se llama Ratolinet cuando estoy cariñosa, Ratolí casi siempre y RATÓN cuando me mosquea (comiéndose la tapa de un libro, mi declaración de la renta o una de mis plantas), pero responde a Mira, Toma y Ven, por lo que estoy pensando seriamente en cambiarle el nombre.
Vive en la misma jaula que yo, mi mini-piso, aunque después de todas las bromas de todos y cada uno de mis amantes le cuesta entrar en la cocina, por eso de hacerlo al ajillo (y es que me lío con los tíos más ingeniosos y ocurrentes y para que negarlo, es un chiste fácil).
Mientras paseaba por el bosque con el perro de mis padres, lo encontré allí quieto con los ojos muy abiertos. Pensando que era un liebre en estado de shock, me acerqué y empezó a darme vueltas como un Indio. ¡Y que queréis que os diga, me conquistó!
martes, 17 de marzo de 2009
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7 comentarios:
Jejeje, a mi también me habría conquistado!!
Que bonito es!! También me lo hubiera llevado a casa. Todo bicho suele acabar allí. Ahora mismo tenemos una gata a la que le falta un ojo!! Y que mona es, cuando te acostumbras a ella claro...
S.
Mara: No solo abandonan a los perros, cuando el niño de turno se cansa de tirarle de las orejas y provocarle taquicardias, el padre/madre de turno tiene la genial idea de soltar al conejo para que muera libre, todo un detallazo.
Lisa: Jajajaj, en mi casa también acaban bichos de toda clase, pero creo que hablamos de cosas diferentes ;o)
El ser humano es así de irresponsable y cruel, nunca podré entenderlo. Es una monada, el Ratolinet!!!
Vaya Emma, tú eres de las románticas ;o) Pues para tí será Ratolinet, para mí hoy es RATÓN, y ya si eso explico por qué un día de estos.
Pues es muy majo. Pero ¿es un conejo o un ratón? porque como hablas de abandonar conejos en el campo y luego lo llamas ratón...estoy un poco confundida.
Casandra: Jajaja! Es un conejo y le llamo Ratolí por eso de que es un roedor y por ponerle un nombre, en lo que no soy muy buena, también sea dicho ;)
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